domingo, 15 de febrero de 2009

Un fantasma, y un lugar, y una diferencia


Vuelve, o eso parece, el fantasma por momentos, que no pienso dejar que sean más que eso. Como si yo quieta estuviera girando alrededor mío a carcajada limpia. Y cómo odio que se rían de mí. Un soplido, un chasquido y chsss, adiós.
---

Nunca vi a lo lejos un azul tan profundo como nunca tuve tan cerca el sonido más armónico de agua. Ese lugar que soñé. Estás aquí dentro, pero ya formas parte de lo que querías. Ese lugar que quizás imaginaste. Después de esto me encuentro más desconcertada que nunca, con mil preguntas sin respuesta que no sea la fe como única salida. Aún así, fui feliz tal y como tú lo has sido con el correr del río. Miles de sensaciones y una semejanza, como una niña ansiosa que corre rápidamente hacia la orilla, libre y traviesa, para jugar y chapotear, sin ninguna meta más que alcanzar por el momento que la espuma del mar.

Un día no tenemos lo que merecemos, y es tan injusto que casi se vuelve imperdonable. Sin embargo nadie iba a impedir lo último que deseabas, y ya te uniste a tu pequeño paraíso, en tu cielo sereno y tu mar en calma. Sentí una fuerza, como la de una sonrisa... Te quiero, profundamente, me duele. Pero ahora, al cerrar los ojos, ya te veo sonreir.
---
Y aquí, tanto dentro como alrededor, todo sigue igual pero diferente a ayer, todo igual que antaño y tan distinto a mañana...

1 comentario:

Russell dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.