martes, 29 de enero de 2008

Cuando no queda poesía

Vuelven los días de inspiración. Vuelven los días sin poesía.
Se desquebraja el hilo que nos unía, otra maldita vez. Hilo fino que parece ser podía con todo, menos con nosotros. No lo logramos, mi amor.

Mientras me revolotean las emociones pintadas cada una de un color diferente, me quedo quieta y… Qué necesito. Qué me conviene. Qué debo. Qué quiero. Qué no quiero. La inalterable incógnita.
El eterna clave indescifrable siempre está presente en mis días marcados y una vuelta de tuerca tras otra le persigue sin parar, mientras me dejo las uñas intentando trepar por el pozo, todo da vueltas y sin remedio acabo perdiendo el equilibrio.

Dudas. Putas.
Añoro y quiero, respiro y no entiendo.
Está claro que no estoy echa para sentimientos enfrentados.
Odio y amo, deseo y aborrezco, sueño y piso suelo. No sé dónde estoy, y eso lo tengo claro, eso no me gusta.

Enciendan la luz por favor. Sólo necesito ver, un suelo firme donde pisar, y una mano, una mano que me ayude a no torcerme hacia el lado equivocado, a no caerme.
Lo confieso, lo he intentado hacer sola. Lo vuelvo a confesar, no puedo hacerlo sola.
- Por favor, créeme.
- Por favor, ayúdame
. No quiero volver a destrozarme, no quiero añicos ni ojos rotos.
No quiero estar sola, menos aún en la noche, donde el desastre se hace patente.

Es entonces cuando los dos despiadados hacen acto de presencia: Lo irreversible, lo incierto.
La melancolía y las gotas en las pestañas me aturden, y no consiguen salvo eso, pues la inestabilidad que produce andar sobre un cordel sigue presente, y allí están siempre el miedo y la locura cogidos de la mano. Guiando a todos ellos, la diosa de las preguntas: ¿Por qué?
Todo este revoltijo de mierda lo único que me produce es mover los dedos intentando escapar por algún lado. Parece entonces todo algo más tranquilo, pero no es así. Es imposible escapar, muñeca. Antes hay que resolver el enigma. Debes aceptar la realidad y sus presentes.

Basta. Siempre vuelven…
Vuelven los días de inspiración. Hoy han vuelto los días sin poesía.
Como alguien dijo algún día, es un desastre más.
Y lo siento, es imposible crear belleza de algo tan patético.

1 comentario:

Russell dijo...

Mientras clavas tus dedos por las paredes del pozo, e intentas subir. Cada metro recorrido hacia arriba se tercia más costoso y sientes que las piedras de las paredes se hacen más lisas...
Sabes que debes llegar arriba. Sabes que arriba tendrás la oportunidad de ser escuchado y encontrar lo que tu corazón anhela...
Sin embargo, pierdes el equilibrio, pierdes el agarre, y te hundes en ese agua de soledades que hay en el fondo.

Me alegra encontrar a un alma gemela que deja patente que la soledad se hace más poderosa en la oscuridad y el silencio de la noche.