jueves, 13 de diciembre de 2007

Eterno Levitar


Sin fuerzas para retenerte te deslizas y te vas volando, me dejas con el sabor de la despedida, suave. La felicidad la barrieron tus alas al marhcar, y fue suave como la brisa provocada y suavemente me hizo caer, y desde entonces yace mi cuerpo sin que el peso de las lágrimas de soledad me deje levantar... Para qué si no volverás, no te alejes…

O quizás no te vas, y lo que ocurre es tu regreso? Y vuelves suavemente, delicado, a elevarme contigo y volar. Este momento dulce inesperado, pensé que nunca más tus labios buscaría, no quiero rozarlos no sea que desaparezcas, deseo más que a ellos esta embriaguez de ilusión y ojalá fuera eterna, quedarme así notando la calidez de tu respiración cercana, que no acabe, ni siquiera quiero desprenderme del suelo, espera sin apartarnos, fue tan inmenso el anhelo por rozar tu pelo que ahora nos deseo en esta quietud que me ate a tu abrazo, quiero levitar así para siempre, que somos perfecta armonía y somos música.

Y sólo pétreos pudieron ser uno, y sólo juntos pudieron ser en armonía perfecta los eternos enamorados, aún cuándo sus labios nunca llegaron a unirse.

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